Somos de pensar mucho en lo que hacemos y lo que dejamos de hacer. Somos de escribir en una pizarra todas las ideas que se nos ocurren, por muy absurdas que sean, y de borrar y volver a empezar si no nos gustan. Somos de hablar, de discutir, de gritar y de llorar hasta enamorarnos de una idea. Somos de usar la creatividad para solucionar cualquier problema, incluso los más básicos. Somos de fijarnos en los detalles y de preocuparnos por que todo salga bien. Somos de vivir las marcas como si fueran nuestras porque no entendemos otra manera de trabajar.